Era una habitual tarde dominical con los Sky Sox de Colorado Springs para el lanzador Jorge López. En la sexta entrada del desafío, el puertorriqueño recibió una instrucción muy precisa y no tenía nada que ver con el oponente al que se estaba enfrentando su novena en Triple A.
El cayeyano debía recoger todas sus cosas y partir al aeropuerto lo más pronto posible. Recibía su sexta llamada a las Grandes Ligas. Los Cerveceros de Milwaukee lo necesitaban nuevamente ante la lesión del abridor zurdo Brent Suter.
“Fue sorprendente, de verdad que sí, por la situación en que sucede. Suter para mí es un hermano. Nosotros trabajamos juntos en la temporada muerta y subir así –en esta ocasión– no es muy alegre. Pero, aquí estamos. (Vengo) a ayudar al equipo y respaldar ese trabajo que él estaba haciendo”, aseguró López antes del segundo partido, de una serie de tres juegos, frente a los Nacionales de Washington, en Milwaukee.
Suter fue colocado en la lista de lesionados luego de romperse un ligamento ulnar colateral en su codo izquierdo; una lesión que probablemente requerirá una cirugía de Tommy John y su habitual rehabilitación de aproximadamente un año.
Los Cerveceros están enfrascados en una intensa lucha con los Cachorros de Chicago por el liderato de la División Central de la Liga Nacional. Con récord de 58-45, ven en su mira el primer lugar a una distancia de juego y medio.
“Lo que quedan son aproximadamente 60 juegos de la temporada. Debemos tomarlo todo día a día y enfocarnos en lo que tenemos que ejecutar”, manifestó López.
El rol de López en las filas de los Cerveceros es uno distinto al que estamos acostumbrados a verlo cuando viste los colores de los Indios de Mayagüez en la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico Roberto Clemente. El derecho pasó de un rol como abridor al de relevista.
“El plan es que me mantenga como relevista todo el año. Desde ‘spring training’ me lo dejaron saber. Mi sueño es ser abridor en las Grandes Ligas, pero me ha surgido esta oportunidad en el bullpen y esperamos hacer el trabajo”, señaló por López, quien ha sido parte de la plantilla de Mayagüez desde el 2011 y ha jugado las últimas tres temporadas de forma consecutiva.
López, de 25 años, comenzó la temporada en las Grandes Ligas y acumuló efectividad de 3.24 en 16.2 entradas trabajadas dentro de nueve partidos. Su récord, hasta el 11 de julio, fue 0-1. En su paso por las Ligas Menores, tuvo marca de 3-3 con efectividad de 5.65 en 24 partidos.
El enfoque de López esta campaña está puesto en mantener la consistencia en cada salida. Según Baseball-Reference, en su carrera en el “equipo grande”, López ha realizado 515 lanzamientos, 311 en la zona de strikes.
“Tengo que ser más consistente. Cada vez que venga desde el bullpen, no importa la situación, tengo que atacar rápido a los bateadores. He dado muchas bases por bolas aquí en Grandes Ligas y, aunque no me han hecho mucho efecto, es algo en lo que tengo que trabajar también. Debo atracar a los bateadores y sacarlos de out con menos pitcheos. Además, tengo de trabajar en la capacidad de estar disponible para lanzar en días corridos. Eso detalles han sido algo que me ha mantenido en este sube y baja”, explicó López, quien en su estadía en las Mayores este año ha concedido 13 boletos a la inicial.
En efecto, López ha estado montado en un elevador desde su debut en la Gran Carpa el 29 de septiembre del 2015. Desde ese entonces, ha visto acción en 12 partidos, dos de ellos como abridor.
“Esta es la sexta vez que me han llamado a las Grandes Ligas. Las últimas veces han sido así. He lanzado dos o tres entradas, realizado muchos lanzamientos y me bajan. Cada vez que lanzamos una entrada, tenemos un día de receso para estar listos para lanzar el tercer día. Así que, en efecto, debo atacar rápido a los bateadores y ser más astuto en mi juego”, reflexionó López.
